Porque no engraso los ejes,
me llaman abandonao...
si a mà me gusta que suenen,
pa qué los quiero engrasaos...
Es demasiado aburrido
seguir y seguir la huella,
andar y andar los caminos
sin nada que me entretenga...
No necesito silencio;
yo no tengo en qué pensar.
Tenia... pero hace tiempo...
¡ahura, ya no pienso más!
¡Los ejes de mi carreta
nunca los voy a engrasar!