Buscaba en la mañana, la tersura de tu piel
Y el sol en mi ventana lo sentà sap or a hiel
Las sábanas del lecho, perfumadas de pasión
Herido está mi pecho porque tu amor perverso
Me hizo amor de colección.
Dime cuanto vales, un puñado de monedas
Que importa mi presencia, al pagar la noche entera.
Dime cuanto vales, para darme una caricia
Brindando trago a trago, la fiebre de tus labios
Fingiendo una sonrisa.
Recitado:
Ahora soy tan solo un recuerdo
Pero sé que algún dÃa llegará
Cuando tus manos muy cansadas
Deseen vender su suavidad
Y las compren ya por nada.
Entonces, no serás indiferente
A caricias otorgadas
Total, que importa si tu vida
De por vida fue enlodada.
Ya no serán puñales de pasiones
En diferentes estocadas
Porque te sentirás bella durmiente
Que feliz entrega su virtud a la vida
Muy rendida, quizas enamorada.
(Se repite lo cantado terminado con la frase:
burlandote de mÃ.