Oscar Moro (Rosario, 24 de enero de 1948 – Buenos Aires, 11 de julio de 2006) fue un músico de rock argentino.
Parte de varias de las bandas de rock más importantes de la historia del paÃs, Moro fue un baterista versátil, que abordó numerosos géneros y estilos. Su figura perdió importancia en los años 1980 y 90, a causa de una frágil salud, pero dejó una impronta decisiva en el rock argentino.
BiografÃa
Sus inicios
Moro era rosarino, y vivió allà toda su juventud. Hizo estudios primarios y secundarios en las mismas escuelas que su futuro compañero de banda Litto Nebbia. Aficionado desde muy joven, formó parte de varias alineaciones. Idolatra a su idolo Nicolas Blanco, baterista de Ruta 3.
En Rosario, cuando tenÃa 13 años, Oscar conoció al guitarrista Kay Galifi, con quien luego integrarÃa Los Gatos, con quien formó una banda llamada Los Halcones, que incluÃa también a un pianista de apellido Di Doménico y a un bajista.
Kay Galifi recuerda ese momento asÃ:
Cantaba en fiestas. También frecuentaba bailes. Fue cuando conocà a Moro, que vivÃa batucando en ollas de cocina ya que no tenÃa baterÃa. Mientras yo tocaba la guitarra criolla, él tocaba las ollas. Después conocà un pianista, Di Doménico, y un bajista. Ahà compré una guitarra eléctrica de fabricación argentina, que era bien barata, e hicimos un grupo, Los Halcones. Era todo artesanal.
Poco después fueron convocados por el cantante Johnny Tedesco (luego famoso por integrar el Club del Clan) para tocar con él. El grupo tocaba música norteamericana, pero con letras en español y principalmente las canciones de los Teen Tops, entre ellas la famosa “Popotitos”.
En Rosario, Moro y Kay conocieron a Litto Nebbia y Ciro Fogliatta, quienes tenÃan una importante banda de rock llamada The Wild Cats (nombre luego cambiado por su traducción, Los Gatos Salvajes), que ya estaba tocando en Buenos Aires. Un dÃa de 1966, en Rosario, Kay le preguntó a Nebbia si podÃa unirse a su banda. En realidad para entonces Los Gatos Salvajes se habÃan disuelto porque los contratos en la televisión con que se sostenÃan habÃan terminado. De todos modos Nebbia aceptó que Kay y Moro comenzaran a ensayar con él y Ciro, informalmente.
Los Gatos
ArtÃculo principal: Los Gatos
Siguiendo a Nebbia, a comienzos de 1967 comenzó a tocar en La Cueva un pequeño y precario club de jazz nocturno underground ubicado en Pueyrredón 1723, donde se concentraban los escasos músicos y seguidores del rock local. En marzo de 1967 integró Los Gatos como tecladista (órgano), junto a Litto Nebbia (voz), Ciro Fogliatta (órgano), Alfredo Toth (bajo) y Oscar Moro (baterÃa).
Integró el puñado de músicos rockeros que se concentraron en Buenos Aires y dieron origen al rock en español. Ese grupo tuvo su epicentro en el triángulo formado por un precario local musical nocturno llamado La Cueva, el Instituto Di Tella (Florida 900) y Plaza Francia.[4] Algunos de esos grupos y músicos pre-balsa fueron: Los Gatos Salvajes (Litto Nebbia, Ciro Fogliatta), The Seasons (Carlos Mellino, Alejandro Medina), Los Beatniks (Javier MartÃnez, Pajarito Zaguri, Mauricio Birabent), Los In (Francis Smith), Miguel Abuelo, Tanguito, Pappo, Oscar Moro y los periodistas y poetas fundacionales del rock Pipo Lernoud y Miguel Grinberg.
Por las noches, cuando terminaban las funciones en La Cueva, los rockeros iban a amanecer a las plazas o a los bares que permanecÃan abiertos toda la noche.
Cuando salÃamos de la Cueva, si era verano nos Ãbamos a una plaza, y si era invierno nos Ãbamos a un bar, y nos quedábamos hasta las 8 de la mañana. En esas guitarreadas yo cantaba mis canciones y Moris, Javier y Tango cantaban las suyas. Esa época fue bastante parecida a la del tango.
Entre esos bares estaba la pizzerÃa La Perla (del Once), frente a Plaza Miserere, en la esquina de la avenida Rivadavia y Jujuy. El lugar era un punto de encuentro habitual porque estaba a la vuelta de la pensión Santa Rosa en la que vivÃan Kay, Ciro, Litto Nebbia y otros músicos. Allà Litto Nebbia y Tanguito compusieron La Balsa en el otoño de 1967.
Galifi recuerda asà aquella época:
Era muy difÃcil. La policÃa acostumbraba a confundirnos con los vagabundos, sobre todo porque usábamos pelo largo. A veces dormÃamos en omnibus o en baños de cine, que allá en la Argentina se encontraban del lado de afuera. Cuando ganábamos algún dinero, dormÃamos los cinco en un cuarto de hotel. Era un hotel bravo, de rascarse la noche entera. HabÃa muchas putas y travestis... Nuestro dinero o alcanzaba para pagar el hotel o la comida. Lo que nos salvaba era que la pizza era barata.
En junio de 1967 Los Gatos grabaron dos temas de rock en español para el sello RCA (Vik): Ayer Nomás y La Balsa. El 3 de julio ambos temas fueron lanzados como simple. El tema se convirtió en un éxito masivo e impensado entre la juventud, vendiendo 250.000 placas y volviéndose el tema del verano 1967/1968. El éxito desmintió la opinión, por entonces casi unánime, de que el rock debÃa cantarse en inglés y que el español carecÃa de la sonoridad adecuada y serÃa rechazado por el público. Con toques de psicodelia, la baterÃa de Moro era la base del sonido de la banda.
Pocos meses después Los Gatos lanzaban su primer álbum, con todos temas de rock en español compuestos por Litto Nebbia, encabezado por La Balsa, y que incluÃa también dos temas que se volvieron éxito: Ayer Nomás y El Rey Lloró.
El éxito de ventas, pronto abrió las puertas de la televisión y Los Gatos con Litto Nebbia a la cabeza, se volvieron "rock stars". Poco después La Balsa se constituÃa en el tema del verano 1967/1968.
Pero en 1968 Los Gatos se disolvieron, con Nebbia emprendiendo una carrera solista. Moro intentó brevemente una carrera en Estados Unidos junto con los otros dos miembros, Ciro Fogliatta y Alfredo Toth, pero el trÃo volvió a instancias del músico y manager Billy Bond —con cuya Pesada grabarÃa luego—, quien los reorganizó con Norberto Pappo Napolitano en guitarra.
Los Gatos darÃan dos discos más, los excelentes Beat Nº 1 de 1969 y Rock de la mujer perdida de 1970, con influencias heavy y la primera composición grabada de Moro, el instrumental Invasión, en el que demostró su maestrÃa en una ejecución finamente psicodélica de más de siete minutos. Disueltos definitivamente en 1970, Moro abandonó temporariamente la música para trabajar como chofer de colectivos.
Luego de Los Gatos en 1972 volvió a la música en compañÃa de Nebbia, como parte del grupo Huinca, y poco más tarde aceptó la invitación de Edelmiro Molinari, ex Almendra, para reemplazar a David Lebón en Color Humano. Color Humano, vols. 2 y 3 fue un disco doble de intención experimental, cuya complejidad hizo inviable presentarlo en vivo, pero que granjeó a los músicos el aprecio de la escena musical del momento. La sangre del sol, un largo tema de inspiración sinfónica, mostraba la madurez musical de Moro.
Color Humano se disolvió en 1974, con el exilio de Molinari. Moro tocarÃa con León Gieco, sesionarÃa para el grupo Porsuigieco (Porchetto, Sui Géneris, Gieco), la Pesada y otras bandas, hasta recibir de Charly GarcÃa la invitación para tocar en La Máquina de Hacer Pájaros, el experimiento sinfónico al que se abocó GarcÃa tras la disolución de Sui Generis. Experimentando con percusión de origen africano, Moro fue la base del sonido de la banda junto con el joven bajista José Luis Fernández. La Máquina grabarÃa sólo dos discos, pero a su disolución continuó junto con GarcÃa en el nuevo proyecto de ambos, Serú Girán, al que se sumaron David Lebón y Pedro Aznar. SerÃa el más exitoso momento de Moro, que —siendo el de perfil más bajo de los integrantes de la banda— vio confirmado su status como mejor baterista de Argentina en las encuestas anuales realizadas por las revistas del sector.
Los últimos años tras el fin de Serú Girán en 1982, emprendió su único proyecto solÃsta, un dúo con Beto Satragni llamado Moro-Satragni, donde su aspecto afrojazzero alcanzarÃa su mayor despliegue. En 1985 volvió al lado de Pappo grabando Riff VII con Riff, su último proyecto exitoso. Luego tendrÃa escasos momentos de brillo, sobre todo la reunión de Serú Girán en 1992 y la de Color Humano en 1995. La última banda de Moro se llamaba Revólver.
Falleció en su casa del barrio de Palermo a los 58 años de edad, vÃctima de una úlcera sangrante.