Se dice de mÃ...
se dice de mÃ...
Se dice que soy fiera,
que camino a lo malevo,
que soy chueca y que me muevo
con un aire compadrón,
que parezco Leguisamo,
mi nariz es puntiaguda,
la figura no me ayuda
y mi boca es un buzón.
Si charlo con Luis,
con Pedro o con Juan,
hablando de mÃ
los hombres están.
Critican si ya,
la lÃnea perdÃ,
se fijan si voy,
si vengo o si fui.
Se dicen muchas cosas,
mas si el bulto no interesa,
¿por qué pierden la cabeza
ocupándose de m�
Yo sé que muchos
me desprecian compañÃa
y suspiran y se mueren
cuando piensan en mi amor.
Y más de uno se derrite si suspiro
y se quedan, si los miro,
resoplando como un Ford.
Si fea soy, pongámosle,
que de eso aun no me enteré.
En el amor yo solo sé
que a más de un gil, dejé a pie.
Podrán decir, podrán hablar,
y murmurar y rebuznar,
mas la fealdad que dios me dio
mucha mujer me la envidió.
Y no dirán que me engrupÃ
porque modesta siempre fui...
¡Yo soy asÃ!
Y ocultan de mÃ...
ocultan que yo tengo
unos ojos soñadores,
además otros primores
que producen sensación.
Si soy fiera sé que, en cambio,
tengo un cutis de muñeca,
los que dicen que soy chueca
no me han visto en camisón.
Los hombres de mÃ
critican la voz,
el modo de andar,
la pinta, la tos.
Critican si ya
la lÃnea perdÃ,
se fijan si voy,
si vengo, o si fui.
Se dicen muchas cosas,
mas si el bulto no interesa,
¿por qué pierden la cabeza
ocupándose de m�