Mediados de 1994. En la ciudad de La Plata, Manuel Moretti (voz y guitarra), Víctor Bertamoni (guitarra) y Pablo Silvera (bajo) forman Estelares.
Ese mismo año el grupo toca alternativamente en la capital bonaerense y en la capital federal, donde comparte cartel con el grupo brasileño Os Paralamas.
En 1995 Estelares se transforma en cuarteto, con la incorporación del baterista Luciano Mutinelli.
Al año siguiente el sello Del Cielito Records publica su debut discográfico: Extraño Lugar. Las canciones son precisas, la explotación de las características de cada instrumento (bajo, batería, guitarras) es acorde a la propuesta musical y la expresiva voz de Manuel Moretti transmite pasionales sensaciones rioplatenses. Canciones pop estructuradas clásicamente, pero con interludios, cadencias, fraseos y ritmos propios de otras músicas populares (tango, valsecito criollo) y letras que narran sucesos universalmente singulares. Estos originales rasgos
nacidos de un extraño lugar que mantendrán a lo largo de su carrera, se materializan en Los inolvidables, El último beso, Frescos como uvas, Me hundo y otros temas que se destacan por su inconfundible belleza poético-musical. Extraño Lugar también es editado en España, a través del sello Plan B.
En 1998, Estelares reaparece en las bateas con Amantes Suicidas. También publicado por Del Cielito, el disco continúa la senda abierta por Extraño Lugar: once primorosas canciones pop y un tango (Camas separadas). El sonido de Amantes Suicidas es un tanto más crudo, con una notoria tensión entre el pop y el rock: mientras la base apuesta al tratamiento pop (baterías abiertas, simples, no barrocas/ bajos más melódicos que rítmicos) la intención de las guitarras es sonar rockeramente, a través de riffs y motivos que remiten al rock de fines de los sesenta y comienzos de los setenta. En cuanto a las letras, Manuel Moretti sigue demostrando que a la manera de John Cheever y Raymond Carver es un gran acuñador de frases.
Disco bisagra, Amantes Suicidas nos legó hermosas gemas de amor (Me vino a buscar, Quizás ya no, Rodeos, Como cría de leopardo), además del tema más pedido y sentido por sus fans (El corazón sobre todo).
Ardimos
Noviembre de 2003. Con baterista nuevo (Carlos Sánchez), luego de cinco años Estelares edita su tercer LP a través de Discos Popart. Catorce temas propios y un cover (Birds, de Neil Young, que cierra el disco). Si en Amantes Suicidas ya estaban presentes las ganas de rockear, en Ardimos el planteo se plasma satisfactoriamente y sin tensiones. Y en esto mucho tiene que ver su productor, Juanchi Baleirón (guitarrista de Los Pericos), quien es un entusiasta del buen rock de guitarras.
Compositivamente, los temas respetan la estructura de estrofa-estribillo-estrofa, con riffs y solos de guitarra, bajos que se alejan de la habitual funcionalidad asignada a las cuatro cuerdas y crean inspiradas líneas à la Mc Cartney, baterías que conjugan ajustada solidez e interjecciones sumamente sutiles, y cuidadas melodías y arreglos vocales. El sonido general, el ordenamiento jerárquico de la mezcla (con los planos de las guitarras al frente) y la producción artística terminan de enmarcar adecuadamente a estas quince clásicas canciones de rock. Las letras de Manuel siguen relatándonos sencillamente complejas historias de vida que por momentos acorde al nuevo y vigoroso espíritu cancionero de Ardimos se alejan de la desilusión y la tristeza (Im lucky man, Disco pub, Bienvenida).
Por último, los músicos invitados le ponen los últimos detalles a las galas que se exhiben en el disco: Andrés Calamaro cantando a dúo con Manuel la hermosa Moneda corriente, Hilda Lizarazu embelleciendo con su voz la dulce Im lucky man y Gabriel Carámbula aportando sus abrasivas y emotivas guitarras en Bienvenida, Estrella y Birds.